¿Te has pasado por una librería últimamente? ¿Has entrado en NETFLIX, Spotify o Amazon a ver o comprar algo? ¿Has ido de compras un fin de semana a un centro comercial? Si lo has hecho, seguramente te habrás dado cuenta de que hay de todo, mucho y de todo tipo. Te guste o no, esto es lo que nos ha tocado vivir. Profesionalmente ocurre algo parecido, pero además, a diferencia
Hay una Ley de Murphy relacionada con el tiempo necesario para poner en marcha un proyecto que dice: Método de Murphy: Se toma el tiempo que debe durar, se multiplica por dos, y se pasa a la unidad de tiempo inmediatamente superior. O dicho de otra manera, da igual el tiempo que hayas previsto para crear un proyecto, siempre será mayor. Yo lo he vivido/sufrido al escribir libros, al crear cursos
He comentado alguna vez que si hay algo que podría haber hecho mejor en mis proyectos como Profesional Libre es haber tardado menos en sacarlos adelante. Suelo pensar que quizás es la pereza o el desconocimiento de la forma de hacer las cosas lo que, con frecuencia, ha sido la causa de esos retrasos. Sin embargo, creo que lo que realmente impide que lleguemos a donde queremos no es no
No es este un espacio en el que hable de política, al menos de forma explícita. Pero como dijo alguien, si no te preocupas de la política, la política se preocupará de ti, o algo parecido. Y creo que eso es algo que está sucediendo. Los que ya tenemos una edad, hemos vivido tiempos en los que el control de los gobiernos (nacionales y multinacionales) y otro tipo de entidades
Al investigar sobre lo que hace que una persona sea considerada experta para escribir mi libro Expertología encontré algunas ideas interesantes. Una de las que más me gustó decía algo así como que un experto es alguien capaz de encontrar soluciones al 90% de los problemas que surgen en su campo. Según esa definición, un experto no lo sabe todo, simplemente tiene una cantidad de respuestas que están por encima
Esta semana veía en Twitter un vídeo de una persecución en la que un coche saltaba la mediana de una autopista y conseguía escapar de la policía que estaba a punto de darle caza. Era espectacular… y también falso. Este vídeo no me llamó la atención por lo llamativo de las imágenes sino porque, en uno de los primeros comentarios, alguien decía que era falso y en otro, un tuitero
Ya he comentado alguna vez que, desde hace algún tiempo percibo una lenta pero constante caída de las visitas a los blogs. Las razones pueden ser muchas, desde el consumo de otros canales más «fáciles» hasta la saturación de los contenidos. Cuando yo puse en marcha este Blog en el año 2004 era mucho más sencillo que ahora conseguir visibilidad. La razón es muy sencilla, es que éramos muy pocos
A la hora de crear mi modelo de Estrategia Personal, quizás la parte en la que he cambiado más de opinión ha sido la que pone en marcha el proceso y establece la dirección y el sentido de lo que debemos hacer. A esa parte la llamo Propósito e incluyo elementos como la Motivación, la Visión, los Objetivos, la Misión o los Valores. Es decir, aquellos factores que hacen que
A finales del sXX se pusieron de moda los libros de «gestión» en formato cuento infantil. De pronto empezaron a surgir pequeños libritos con historias simples que trataban de transmitir ideas «profundas». Siempre he pensado que Spencer Johnson, autor de ¿Quién se ha llevado mi queso? o Robin S. Sharma, el del monje y el Ferrari y otros similares tenían que estar partiéndose de risa viendo como historietas más simples
Hace unos meses hacía una comparación entre los estados de la materia y los estados profesionales. Decía que los Profesionales Libres son algo así como el cuarto estado en el que podemos situarnos laboralmente. Básicamente trataba de explicar que un Profesional Libre se sitúa en una posición que le permite «reaccionar» con cualquiera que pueda necesitar sus servicios independientemente de su calificación administrativa. Hay otra metáfora «química» que se puede