Marketing Personal. Esconderse no es humildad

Una de las ideas más frecuentes que surgen cuando hablo de la parte de la Estrategia Personal en la que hay que mostrar tu valor, es que eso no está bien. Que no es «bonito» hablar de uno mismo, que no queda bien darse a conocer, que eso no lo hace una persona humilde.

En esas ideas hay unos cuantos errores.

El Marketing Personal no va de ti, sino de lo que haces

El primero es que hay quienes piensan que el Marketing Personal va de echarte flores, de autobombo o de presumir de lo bueno que eres. Y no es así. O no debería serlo.

El Marketing Personal tal y como yo lo enfoco a la hora de dejar «huella» precisamente lo que pretende es que sean otros quienes conozcan tu trabajo y sean ellos quienes hablen de él. El protagonismo es lo que haces, no tú. Si tienes que hablar bien de ti, es porque no puedes defender tu oferta o no has encontrado una forma de que sean otros los que lo juzguen.

Cuando otros tienen la posibilidad de probar o conocer tu oferta, entonces serán ellos quienes «vendan» lo bueno que eres. Si no te queda otra que hacerlo tú, entonces es que quizás no seas suficientemente bueno.

Por eso es importante dar un poco de ti en todo lo que hagas visible. Un blog, una charla, un libro, una conversación con una persona que conozcas en el tren… Y que ellos juzguen.

El Marketing Personal no es para las buenas personas humildes

Posiblemente lo que más rabia me da al terminar algunos cursos es ver la cantidad de valor que se va a perder como lágrimas en la lluvia por esa idea de que no está bien hablar de tus cosas.

Siempre conozco profesionales, de todas las edades, que tienen historias alucinantes, que han acumulado un conocimiento y unas experiencias geniales, que han vivido cosas que muchos ni habíamos soñado. Sin embargo, o no le dan importancia o creen que no deben contarlo porque ellos son «humildes» y modestos y no les gusta presumir ni hablar de esas vivencias.

Lo que creo que es que esconder ese valor no es humildad sino todo lo contrario. Si tienes algo valioso que compartir, pero te lo guardas, no eres mejor persona.

El Marketing Personal puede complicarme la vida

Hay un problema específico del Marketing Personal para profesionales por cuenta ajena. Bueno, en realidad podríamos hablar de varios problemas relacionados. Me refiero al efecto o la reacción que puede producir en los demás el que compartas tus ideas y consejos.


Parece que, al menos en las organizaciones más clásicas (en la Administración Pública ni te cuento) está mal visto el que alguien saque la cabeza dando un poco más, compartiendo algunas ideas o haciendo visible su trabajo. Los compañeros y los jefes van a ponerse muy alerta si alguien adquiere protagonismo dentro o fuera de la empresa.

Si poner en marcha una Estrategia Personal ya supone esfuerzo y tiempo, si encima tienes que luchar contra un ecosistema que te va a poner palos en las ruedas, casi mejor ni te lo planteas.

Si hago visible mis propuestas me van a criticar

No te voy a negar que no todo van a ser alabanzas. Aunque la mayoría lo van a ser si eres capaz de compartir contenidos e ideas útiles. Pero también vas a recibir críticas, por supuesto.

Lo que ocurre es que hay comentarios de quienes te dicen y razonan que no están de acuerdo contigo, que hay algún aspecto en el que estás objetivamente equivocado o incluso que algún seguidor fiel te diga que estás perdiendo el norte. Y esos son geniales. Para alguien como yo, que tengo tendencia a pasar mucho tiempo trabajando solo, es fácil dejarse llevar y decir cosas absurdas si pierdes el contacto con la realidad. Así que esos comentarios educados son geniales.

También hay, o dicen que hay, «trolls» y «haters» que van a atacarte sin piedad y sin razón. Lo cierto es que, aunque en estos veinte años de visibilidad en Internet he recibido algún comentario algo más fuera de tono, se pueden contar con los dedos de una mano y me sobrarían unos cuantos. Y eso que, especialmente en mis primeros tiempos era bastante bestia.

No dejes que el miedo a una posible crítica, te paralice a la hora de compartir tus ideas.

La invisibilidad es una maldición

Si te gusta la ciencia ficción y has leído a autores como H.G. Wells o has visto películas sobre hombres invisibles habrás visto que no suelen acabar demasiado bien. Podemos fantasear sobre lo que podríamos hacer si nadie nos viese, pero poco después eso se convierte en una maldición.

Es cierto que, como profesional, vas a tener menos problemas si nadie sabe que existes. Lo que ocurre es que tampoco vas a tener demasiadas oportunidades.

Por eso, el Marketing Personal también está relacionado con la Responsabilidad. Si no quieres ser libre y tomar tus decisiones y asumir las consecuencias, entonces adelante, no hagas nada, no digas nada. Pero si quieres tener el control, deberás asumir riesgos, defender tus ideas y tus valores y mostrar tu trabajo.

Además, incluso siendo invisible, podrás encontrarte con que alguien te saque del anonimato sin que tú lo sepas o lo quieras y entonces no serás capaz de defenderte porque simplemente nadie te ve.





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